domingo, 5 de junio de 2011

No hay más que esperar

Hoy por fín, tras cinco días de agotadora marcha estudiantil, vuelvo a la normalidad con la intención de alejarme de todo horario, alarma, apuntes o cualquier tipo de instrumento de estudio. Ya está todo hecho, ahora solo queda esperar. Mientras digo esto me viene a la cabeza la convicción de un amigo en un momento de agobio y frustración. "Javi, todo lo que vale cuesta". ¿Ha valido la pena tanto esfuerzo? ¿tantas noches durmiendo menos de seis horas? ¿tantos momentos en los que no puedes leer, ver una película con tu familia, o por lo
menos hecharte unas risillas -que no sonrisillas- con tus amigos...? ¿realmento ha valido la pena?                                 
Pues yo creo que sí.

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